viernes, 15 de mayo de 2009

Diario de viaje




Hace un par de semanas hicimos con mi novia una salida recreativa a la localidad de Tigre mas específicamente al puerto de frutos, un paseo muy lindo e interesante que mezcla la actividad gran shopping con la rusticidad y lo pintoresco de un puerto de abastecimiento zonal.
Es la 2ª vez que hacemos este viaje pero en esta ocación fui con la intención de sacar cuantas fotos pudiera, asi que asido de mi vieja cámara a película de 35 mm emprendios el viaje.
A media mañana tomamos el tren denominado "de la costa" un singular trencito eléctrico de solo 2 vagones, muy confortable. Parte del recorrido lo hicimos acopañados de un gran contigente de turístas brasileños muy alegres por cierto.
Apenas comenzado el viaje ya el paisaje empieza a brindarte imágenes que los que vivimos en la ciudad no estamos acostumbrados, ante mis ojos unas exelentes playas con mucho verde y muy bien cuidadas con un imponente Rio de la Plata colmado de veleros multicolores.
Una vez llegados a la última estación "DELTA" comenzamos a deambular entre los puestos de artesanias y recuerdos del lugar que son el deleite de los turístas.

Ya entrados en el puerto las darsenas nos reciben con un alegre torbellino de gente que por miles recorren todos y cada uno de los locales que se le cruzan a su paso, muebles rústicos, cestería, regalería, artículos regionales, marroquinería, nada se escapa a la curiosidad de la gente.
Algunos detalles con respecto a este ambiente nuevo me llamaron la atención uno de esos fue la forma de vestir, la gente vestia con ropas y calzados cómodos, llenos de colores alegres como si estubiesen de entre casa. Otro es que no se veían personas solas, todos paseaban en familia, con amigos, o compañeros ocacionales de viaje. También pude notar es que la inmensa mayoria iba acompañado por su equipo de mate por donde mirásemos los paseantes tomaban mate sentados a la vera de la rivera o se los veia dentro de los bolsos como parte del equipaje y como postre el último detalle, no he visto a nadie con su celular en la mano.

El sol del medio día pega con intencidad, aúnque ya está bien entrado el otoño el veráno parece no quererse ir.
Mientras mi novia mira chucherías en los puestos yo me distraigo buscando alguna buena postal entre los barcos para fotografiar.

Bién pasado el medio día nos detubimos a almorzar, mi querido suegro nos preparó unos espectaculares sanguchitos de lomo y tomate ¡muy buenos!


En ese parate nos encontramos con 2 amigas de mi novia que coincidieron con nuestro destino de viaje, compartimos un buen momento de charla y luego de un rato, cuando concideramos que estabamos en condiciones, continuamos con nuestros respectivos intinerarios.
La tarde transcurrió tan movida como la mañana, recorrimos, miramos y nos metimos en todos y cada uno de los recobecos que encontramos, locales, puestos de feria multicolores, todos inundados por un rio de transeuntes afanosas por encontrar y comprar algún artículo y o recuerdo para sus casas.
El sol suavemente se despedía y nosotros con el. Volvíamos con las bolsas llenas de chucherías, los ojos llenos de hermosas imágenes, mi cámara repleta de paisajes y nuestros corazones enamorados abarrotados de alegría por haber pasado todo un maravilloso día juntos.
Debo de reconocer que hacia mucho tiempo que no tenia una salida de estas característica, me hacia mucha falta y le hizo muy bien a mi espíritu.

2 comentarios:

  1. Me encantaría hacer ese maravilloso paseo, comprartirlo con mi familia y registrarlo con mi cámara... pero queda taaaaaan lejos!!! tú me lo has acercado. Gracias.

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  2. Camaleona. Denada siempres un placer

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